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Los metales son elementos químicos presentes de forma natural en el medio ambiente (suelo, agua, atmósfera), pero la contaminación de los alimentos también puede proceder de actividades humanas (agricultura, industria, gases de escape de automóviles, contaminación durante el procesado y almacenamiento de alimentos). Su acumulación en el organismo puede tener efectos nocivos con el tiempo.
Alimentación humana
El Reglamento (CE) nº 2023/915 establece contenidos máximos de plomo, cadmio, arsénico, mercurio y níquel en los alimentos de consumo humano. El Reglamento (CE) nº 396/2005 también establece LMR para el cobre y el mercurio.
LÍDER
Las matrices reguladas son diversas. Incluyen materias primas de origen vegetal como frutas, verduras, cereales, legumbres y especias, así como productos transformados como vino, zumos de frutas y aceites. El plomo también está regulado en productos de origen animal, como la carne, los productos pesqueros, los moluscos bivalvos, la leche cruda y la miel. También se fijan niveles máximos para los complementos alimenticios acabados, la sal y los productos destinados a lactantes y niños pequeños.
CADMIO
Las matrices reguladas incluyen frutas, hortalizas, semillas oleaginosas, legumbres secas, cereales, carne, productos de la pesca y moluscos bivalvos, productos de chocolate, sal, complementos alimenticios acabados y productos destinados a BBF. El Reglamento 2023/1510, aplicable desde el 10 de agosto de 2023, ha introducido un límite para las chufas (souchet) y modificado los contenidos máximos para determinadas setas cultivadas (distintas de las setas ostra, shiitake y botón).
MERCURA
Las matrices reguladas incluyen principalmente el pescado, con niveles diferenciados según la especie, así como los complementos alimenticios acabados y la sal. Los LMR de mercurio también se definen en el reglamento 2018/73 por el que se modifica el reglamento CE 396/2005 para matrices de origen vegetal y animal (excluido el pescado).