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Acaba de publicarse el informe anual 2022 de la Red de Alerta y Cooperación (AIN).
En 2022, el número de notificaciones intercambiadas por la Red de Fraude Alimentario (FFN) alcanzó un total de 600, con un aumento significativo en comparación con 2021 (407).
Los países que comunicaron más sospechas de fraude fueron Alemania (26,5% de las notificaciones), Bélgica (21%) y Francia (13,3%).
En cuanto al origen de los productos declarados en el sistema, el 72,7% se refería a mercancías procedentes de dentro de la UE y el 26,7% de fuera de la UE.
Para productos de la UE :
- El 15,4% de los casos se referían a España (sospecha de adulteración de productos a base de calamares, etiquetado incorrecto de aceite de oliva como aceite de oliva virgen extra),
- El 12,9% de los casos se referían a los Países Bajos (descripción errónea y contrabando de productos animales).
Para los productos no originarios de la UE :
- El 21% se refería a China (sospecha de adulteración de la miel, descripción errónea de productos pesqueros),
- El 12% se refería a la India (sospecha de adulteración de gambas con agua no declarada).
Las categorías de productos más frecuentes fueron las siguientes:
- Miel y jalea real (15,7%): adulteración de la miel con azúcares extraños.
- Animales vivos (8,3%), excluidos perros y gatos, especialmente caballos: falta de control con falsificación de documentos, alimentos no aptos para el consumo humano.
- Carne y productos cárnicos (excepto aves de corral) (7,7%): contrabando, importaciones, producción, sacrificio, comercio ilegal, errores de etiquetado.
- Pescado y productos a base de pescado (7,7%): falsificación por sustitución del pescado por especies de menor valor o por un producto transformado,