El 14 de diciembre de 2015, la DGS pidió a ANSES actualizar su informe "Alergias a los alimentos: situación actual y propuestas de orientación", publicado en 2002 por AFSSA.
Las alergias alimentarias son un problema de salud pública. Los nuevos hábitos alimenticios y la comercialización de nuevos alimentos están llevando a la introducción de nuevos riesgos alergénicos.
Estos nuevos alérgenos potenciales, que pueden causar un shock anafiláctico, deben identificarse para prevenir estos riesgos.
Actualmente, 14 sustancias alergénicas se enumeran en el anexo II del Reglamento (UE) nº 1169/2011. Estos alérgenos forman parte del etiquetado obligatorio.
De 2002 a 2017, la Red de Vigilancia Alergenos (RAV) informó 1951 casos de anafilaxia por 164 alérgenos alimentarios diferentes. Entre los casos identificados que no se refieren a los 14 alérgenos de la regulación, algunos de los llamados alérgenos emergentes están asociados con al menos el 1% de los casos identificados de anafilaxis.
Estos informes identificaron los siguientes alérgenos emergentes:
Trigo sarraceno
Leche de pequeños rumiantes (cabras y ovejas).
El kiwi
La piña
Αlfa-galactosa (presente en la carne de mamíferos)
Guisantes
Lentejas
Respecto a la leche de pequeños rumiantes, en 2/3 de los casos los pacientes toleran la leche de vaca, sin embargo, el reglamento 1169/2011 no impone la especificación de las especies productoras.
Como resultado, las personas alérgicas a la leche de los pequeños rumiantes se ven obligadas a evitar el consumo de todos los alimentos que contienen leche o productos derivados de ellas, aunque sean alérgicas a la leche de los pequeños rumiantes. La ausencia de estos alérgenos en el Reglamento nº 1169/2011 impone, por lo tanto, una restricción innecesaria a los consumidores.
Ante la ausencia de recomendaciones oficiales sobre alergias alimentarias, ANSES recomienda:
A los gobiernos identificar las mejoras de caracterización de los alérgenos, la evaluación de la incidencia o la prevalencia de alergias para guiar los esfuerzos en estudios e investigaciones para mejorar en este tema de salud pública.
El establecimiento de una guía de buenas prácticas para que los médicos mejoren la atención de las personas con alergias.
Realización de una evaluación de la efectividad de la normativa.
Encontrará el informe completo en el enlace adjunto:
Opinión de ANSES Referencia N ° 2015-SA-0257