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La Oficina de Aguas de Guadalupe publicó el 10 de septiembre una serie de informes sobre el estado de los recursos hídricos de la isla.
De hecho, la Directiva Marco del Agua (DMA) 2000/60/EC planea lograr un buen estado ecológico de las masas de agua para 2027.
Este objetivo promete ser difícil de alcanzar para Guadalupe, incluso si no se tiene en cuenta la presencia de la clordecona. Este plaguicida, que antes se utilizaba en las plantaciones de plátanos, es muy persistente y todavía se encuentra en el suelo y el agua.
En el caso de la contaminación histórica como la de la clordecona, las masas de agua afectadas dispondrán de un período de tiempo adicional, ya que no existen técnicas para reducirla o eliminarla. La molécula tiene una vida media extremadamente larga, sólo la degradación "natural" puede resolver el problema.
Es probable que el 16% del agua no cumplan los objetivos fijados por la Directiva sin tener en cuenta la presencia de clordecona y el 27% si se tiene en cuenta la presencia de clordecona. En lo que respecta al estado químico, también se observa contaminación por HCH (hexaclorociclohexano) en ciertas masas de agua.
Los cuerpos de agua costeros están extremadamente afectados por la clordecona. Por otra parte, no hay ninguna sustancia prioritaria establecida en la DMA debido a una actividad industrial bastante reducida en la isla.
En el caso de las aguas subterráneas, la contaminación se debe principalmente a los plaguicidas, entre ellos la clordecona, la atrazina y sus metabolitos, el glifosato, el AMPA y el metolacloro.