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La OCDE publicó el 13 de noviembre de 2019 un informe sobre los residuos de medicamentos en el agua.
En la actualidad, existen alrededor de 4000 ingredientes farmacéuticos activos que se administran en todo el mundo con receta médica.
Los productos farmacéuticos están diseñados para interactuar con un organismo vivo y producir una respuesta farmacológica, lo que los convierte en una preocupación incluso en dosis bajas en el medio ambiente.
Son moléculas estables que se degradan muy lentamente y cuyo uso rutinario conduce a una constante liberación en el medio ambiente.
Los fármacos administrados a personas o animales se excretan a través de la orina y las heces, el 30-90% de las dosis orales se excretan normalmente como sustancias activas.
También se han detectado concentraciones muy altas en el rango de mg/l en efluentes industriales en todo el mundo.
Nuestras plantas de tratamiento no están diseñadas para eliminar sustancias farmacéuticas de las aguas residuales.
La presencia de productos farmacéuticos en el medio ambiente suscita muchas preocupaciones.
Los seres humanos pueden estar expuestos a través del agua potable y la ingestión de alimentos que contienen residuos farmacéuticos.
Se ha demostrado que algunas sustancias tienen efectos adversos en los ecosistemas, incluida la mortalidad, así como cambios fisiológicos, de comportamiento y reproductivos.
Por ejemplo, los anticonceptivos orales han causado la feminización de los peces y los anfibios, los antidepresivos han alterado el comportamiento de los peces, haciéndolos más vulnerables a los depredadores.
Por otra parte, el uso excesivo y el exceso de uso de antibióticos es un factor importante que contribuye a la resistencia antimicrobiana, ya que se considera innecesario hasta el 50% de los antibióticos prescritos para uso humano. El número es aún mayor en la agricultura y la acuicultura, donde se administran principalmente como promotores del crecimiento y sustitutos de una buena higiene.
El medio ambiente se convierte entonces en un reservorio de genes resistentes, así como en un caldo de cultivo para el desarrollo y la propagación de la resistencia a los patógenos.
La OCDE recomienda que los gobiernos adopten un enfoque de ciclo de vida colectivo para la gestión de los productos farmacéuticos en el medio ambiente.
Las políticas que gestionan de forma rentable los productos farmacéuticos para la protección de la calidad del agua y los ecosistemas de agua dulce se basan en las siguientes estrategias :